Puedo elegir cambiar todos los pensamientos que me causan dolor.
1. Las pérdidas no son pérdidas cuando se perciben correctamente., El dolor es imposible. No hay pesar que tenga causa alguna. Y cualquier clase de sufrimiento no es más que un sueño.
Ésta es la verdad, que al principio sólo se dice de boca, y luego, después de repetirse muchas veces, se acepta en parte como cierta, pero con muchas reservas. Más tarde se considera seriamente cada vez más y finalmente se acepta como la verdad. Puedo elegir cambiar todos los pensamientos que me causan dolor. Y hoy deseo ir más allá de las palabras y de todas mis reservas, y aceptar plenamente la verdad que reside en ellas.
Ésta es la verdad, que al principio sólo se dice de boca, y luego, después de repetirse muchas veces, se acepta en parte como cierta, pero con muchas reservas. Más tarde se considera seriamente cada vez más y finalmente se acepta como la verdad. Puedo elegir cambiar todos los pensamientos que me causan dolor. Y hoy deseo ir más allá de las palabras y de todas mis reservas, y aceptar plenamente la verdad que reside en ellas.
2. Padre, lo que Tú me has dado no puede hacerme daño, por lo tanto, el sufrimiento y el dolor son imposibles. Que mi confianza en Ti no flaquee hoy. Que acepte como Tu regalo únicamente aquello que produce felicidad y que acepte como la verdad únicamente aquello que me hace feliz.
Audio Lección 284. Maya Lacuara
Material de apoyo por Jorge Pellicer Lección 281-290, Que es el cuerpo?
Ayuda para las lección 284 de Robert Perry y Allen Watson
Puedo elegir cambiar todos los pensamientos que me causan dolor.
Instrucciones:
Ver las instrucciones para la práctica en las instrucciones de la Segunda Parte del Libro de Ejercicios, o en la Tarjeta de Práctica de este libro.
Comentario
Ésta es una de las afirmaciones muy bien condensadas de la enseñanza práctica del Curso. Lo que se ve como “afuera”, primero tiene que verse que se origina dentro, en mis pensamientos. Luego se aplica esta lección. Si la causa del problema está en mis pensamientos, yo puedo cambiar el problema. La causa de los problemas y, por lo tanto, su solución está en mi mente y dentro de mi control.
“Las pérdidas no son pérdidas cuando se perciben correctamente” (1:1). ¡Caray! Eso es un hueso muy duro de roer. Quizá recientemente hubo algo que yo quería hacer, o algún sito a donde quería ir, y no pude hacerlo. Pude percibirlo como una pérdida y me disgusté. Sin embargo, si se percibe correctamente, esa pérdida se puede percibir como que no es una pérdida en absoluto. La percepción de un suceso, cualquier suceso, como una pérdida está en la mente, el “daño” no procede del acontecimiento externo sino de mis pensamientos acerca de ello, pero “Puedo elegir cambiar todos los pensamientos que me causan dolor”.
Pero tenemos una lista mental de pérdidas menores y mayores, y según subimos por esta lista se hace cada vez más difícil de aceptar. No ir a un concierto o a una reunión es una cosa. Pero hace unos años se estropeó completamente el disco duro de mi ordenador, perdí varios años de mis publicaciones y una lista de correos con cientos de nombres en ella, sin copias de seguridad, no había manera de recuperarlo. Perdido todo. Me costó mucho tiempo no verlo como una pérdida. Pero sigue siendo lo mismo. La percepción de la pérdida estaba en mi mente, y toda percepción de pérdida y de dolor siempre está ahí y en ningún otro sitio. Y siempre puedo cambiar esos pensamientos si realmente quiero hacerlo.
Si subimos en la lista un poco más: ¿Y si alguien que amamos muere, especialmente cuando nadie lo esperaba, “trágicamente” de una enfermedad o un accidente violento? ¿Cómo es posible aplicar “Las pérdidas no son pérdidas cuando se perciben correctamente” a ese acontecimiento? Es evidente que la lección quiere que lo apliquemos, porque continúa:
El dolor es imposible. No hay pesar que tenga causa alguna. Y cualquier clase de sufrimiento no es más que un sueño. (1:2-4)
La lección dice que, si se percibe correctamente, incluso la muerte no es motivo de sufrimiento. Es una forma más extrema del mismo caso, la causa de nuestro sufrimiento, de nuestro dolor, de nuestra pena no viene de fuera de nosotros. Viene del modo en que pensamos acerca de las cosas. Y podemos cambiar nuestra manera de pensar y eliminar el dolor. La cuestión principal de la vida no está en lo externo, está en nuestros pensamientos.
No puedes ir donde alguien que acaba de perder un ser querido y decirle: “No hay razón para que sufras”. Probablemente parecería cruel y frío, como si le dijeras: “No es una pérdida. Mira al lado positivo: ahora no tendrás que aguantar sus fallos, y puedes encontrar a alguien que te haga verdaderamente feliz”. Las personas que intentan decir a alguien que sufre: “No hay razón para que sufras” a menudo están eligiendo ser “espiritualmente correctas” a costa de la amabilidad.
Sin embargo, pienso que la lección nos pide que a nosotros mismos nos digamos que: “No hay razón para el sufrimiento”, incluso en casos en los que parece ser una pérdida extrema. En las líneas que siguen, sugiere un proceso que podemos seguir para cambiar nuestros pensamientos incluso en esos casos aparentemente imposibles. (Ver el artículo al final para más detalles acerca del proceso de cambiar nuestros pensamientos). No es un proceso que sucede al instante, y puede necesitar bastante tiempo cambiar la dirección de nuestros pensamientos. Pero es posible, está dentro de nuestro alcance cambiar todos los pensamientos que nos causan dolor. Nuestro objetivo debería ser ver finalmente que: “El sufrimiento y el dolor son imposibles” (2:1). ¿Por qué? Porque nuestro Padre no nos daría nada que nos cause dolor, y no hay otra Fuente. Él sólo nos da lo que produce felicidad, y sólo eso es verdad (2:3).
¿Qué es el Espíritu Santo? (Parte 4)
El Proceso de Cambiar los Pensamientos
Ser un Alumno Feliz
El proceso de cambiar nuestras percepciones que aquí se trata es exactamente el mismo que el proceso de cambiar nuestros pensamientos que se describe en la Lección 284: “Puedo elegir cambiar todos los pensamientos que me causan dolor”. “Todo sonido e imagen tiene que transformarse de testigo del miedo en testigo del amor” (2:2).Este proceso de “cambiar los pensamientos que hacen daño” es el objetivo del aprendizaje, y cuando se haya logrado, se habrá acabado el juego (2:3). Éste es el propósito, el final de todo proceso espiritual. La Lección 193 lo explica muy claro:
¿Cómo puedes saber cuándo estás viendo equivocadamente o cuándo no está alguien percibiendo la lección que debería aprender? ¿Parece ser real el dolor en dicha percepción? Si lo parece, ten por seguro que no se ha aprendido la lección. (L.193.7:1-3)
Una percepción de dolor es una falta de perdón. Indica la necesidad de un cambio en la manera de ver las cosas. No es pecado o malo sentir dolor o pena, es sólo una percepción equivocada que necesita ser corregida. Tampoco hay que sentir vergüenza si nos cuesta hacer el cambio. Para eso está el Espíritu Santo, para ayudarnos en el proceso de cambiar nuestros pensamientos y nuestras percepciones. De esto trata la vida, ésta es la única lección en esta escuela. Lo hacemos por medio de frecuentes repeticiones de la verdad, y por medio de llevarle continuamente nuestras percepciones de dolor para que Él las sane. La ausencia total de esas percepciones de dolor llega sólo al final de todo el proceso. El Manual lo explica muy bien: “Tu función es escapar de ellas (la percepción del dolor, por ejemplo), no que no las tengas” (M.16.4:2). Es nuestra propia experiencia con el dolor y el sufrimiento, y nuestra experiencia de escapar de ellos, lo que nos permite ayudar a otros que están atrapados en ellos.
Entonces, aprender del Espíritu Santo supone reconocer abiertamente nuestras percepciones falsas y no sentirnos culpables por ello, sino llevárselas para que Él las sane. Este aprendizaje “se convierte en el medio que se transciende a sí mismo, de manera que pueda ser reemplazado por la Verdad Eterna” (2:4). Si nos quejamos y nos lamentamos por el proceso de aprendizaje, retrasaremos el resultado deseado. No se espera que estemos sin experiencias de dolor y sufrimiento, ni deberíamos esperarlo nosotros. Pero tenemos que dedicarnos a la tarea de escapar de ellas cuando ocurren, llevándolas a la dulce bondad de la Presencia del Espíritu Santo, pidiéndole que cambie nuestras percepciones para que lo que vemos como testigos del miedo se conviertan en testigos del amor.
El Proceso de Cambiar los Pensamientos
Comentarios extra a la lección 284
La repetición frecuente de una idea es necesaria para que aprendamos esa idea, especialmente si esa idea es totalmente contraria a algo que anteriormente hemos aceptado como verdadero. Desde el punto de vista del Curso, todos nosotros hemos aceptado el sistema de pensamiento del ego, lo cual queda demostrado por nuestra presencia en este mundo de separación. Puesto que el sistema de pensamiento del Espíritu Santo es completamente opuesto al sistema de pensamiento del ego, la frecuente repetición de las ideas del Curso es fundamental para aprender el Curso.
A lo largo de todo el Texto y del Libro de Ejercicios, las mismas ideas se repiten y reafirman una y otra vez. En las lecciones del Libro de Ejercicios se nos ruega que repitamos la idea del día cada hora, y en la Primera Parte cada idea se repasa, de modo que le dedicamos dos días, por lo menos. Jesús reconoce que sustituir los pensamientos del ego con los pensamientos de Dios es un proceso lento y gradual, y no hay culpa en reconocer que aunque mentalmente puedo entender alguna idea del Curso (como “Las pérdidas no son pérdidas cuando se perciben correctamente”) todavía estoy muy lejos de aceptarla completamente. Si reconozco mi aceptación imperfecta de las ideas del Curso, la repetición continua de la idea y su aplicación continua en diversas situaciones es el remedio prescrito.
CINCO ETAPAS EN EL PROCESO DEL CAMBIO DE PENSAMIENTO
La Lección 284 del Libro de Ejercicios habla directamente de este proceso mediante el cual cambiamos nuestros pensamientos. Su título es “Puedo elegir cambiar todos los pensamientos que me causan dolor”. Así es como describe el proceso del cambio de pensamiento:
Ésta es la verdad
1 que al principio sólo se dice de boca
2 después se repite muchas veces
3 luego se acepta en parte como cierta, pero con muchas reservas
4 más tarde se considera seriamente cada vez más
5 y finalmente se acepta como la verdad.
Ésta es la verdad
1 que al principio sólo se dice de boca
2 después se repite muchas veces
3 luego se acepta en parte como cierta, pero con muchas reservas
4 más tarde se considera seriamente cada vez más
5 y finalmente se acepta como la verdad.
Claramente hay cinco etapas en el proceso del cambio de pensamiento. Antes de todas estas etapas, hay un estado en el que creemos todo lo contrario, o no tenemos ninguna opinión sobre ello. Para la mayoría de nosotros este “Estado Cero” es nuestro estado cuando por primera vez empezamos a leer el Curso.
Por ejemplo, toma la sencilla afirmación que se da en esta Lección: “Las pérdidas no son pérdidas cuando se perciben correctamente” (L.284.1:1). La mayoría de nosotros abrimos el Curso firmemente convencidos de que las pérdidas son pérdidas, y que son reales; nuestra creencia en la realidad de la pérdida está fuera de duda. En el Curso encontramos afirmaciones muy claras que nos dicen que estamos equivocados, que la pérdida no existe excepto como una creencia equivocada en nuestra mente. Al trabajar con esa idea nos moveremos lentamente a través de esas cinco etapas del cambio de pensamiento.
Creer en las Palabras: “al principio sólo se dice de boca”
El cambio de pensamiento empieza con el servicio de los labios a una idea. En esta etapa del comienzo, lo que estamos diciendo es: “Creo que esta idea es verdad y me gustaría creerla”. Con muchas ideas del Curso, la etapa de “Creer en las Palabras” es incluso menos que eso, suele ser: “Esta idea puede ser verdad y estoy dispuesto a creerla”. Si somos honestos con nosotros mismos, nos daremos cuenta de que con muchas de las ideas del Curso no hemos avanzado más allá de esta etapa. Con algunas de las ideas del Curso, tales como la enseñanza de que Dios no creó el mundo, me costó tres años llegar a estar dispuesto a considerar la idea como verdadera.
Creencia Mental: “después se repite muchas veces”
Haber decidido aceptar la nueva idea en nuestro sistema de pensamiento (Etapa 1) no hace mucho, no es más que entreabrir la puerta para que entre. La siguiente etapa es donde viene la repetición frecuente. Repetimos la idea una y otra vez, quizá en voz alta, quizá en silencio. Compramos casetes o lecturas del Curso y las escuchamos una y otra vez. Hacemos de verdad las lecciones del Libro de Ejercicios. (Estoy convencido de que la mayoría de nosotros “fallamos” en nuestra práctica de las lecciones del Libro de Ejercicios, “olvidando” hacer las repeticiones frecuentes porque ni siquiera hemos alcanzado la Etapa 1 con la idea de que se trate, porque no estamos dispuestos a dejar que entre). Leemos el Texto una y otra vez. Durante esta etapa todavía no creemos realmente en la idea, estamos intentando convencer a nuestra mente de que es verdad. Con la mayoría de las ideas del Curso, la mayor parte de los estudiantes están todavía trabajando en esta Etapa 2. Estoy seguro de que esto es así conmigo.
Creencia Parcial: “luego se acepta en parte como cierta, pero con muchas reservas”
La repetición frecuente de la idea nos trae situaciones en las que encontramos experiencias concretas que nos confirman la verdad de la idea. Tenemos un instante santo, o un instante de perdón en una relación, y reconocemos la verdad de algo que el Curso nos ha estado diciendo. Ésta es la experiencia “¡Ah!”, la comprensión de: “¡Ahora sé lo que el Curso quiere decir con esto!” Quizá sentimos el cambio en la manera en que vemos a una persona y vemos su inocencia, vemos que no hubo pecado y, por lo tanto, no hay nada que perdonar. Ahora podemos ver la verdad del Curso en esta situación. Pero todavía tenemos dificultad en aplicarlo a alguien que nos ofendió profundamente o nos maltrató, o a alguien como Hitler, o a asesinos de masas. Aceptamos la idea pero “con muchas reservas”. Algunos de nosotros con algunas ideas hemos llegado a la Etapa 3.
Creencia en aumento: “más tarde se considera seriamente cada vez más”
La Etapa 4 es lo que el Curso llama generalización. Una vez que hemos visto la verdad de una de las ideas del Curso en una situación, empezamos a sentirla cada vez más en una situación tras otra. Aquí, en esta etapa, es donde los estudiantes serios del Curso pasarán la mayor parte de su vida. Si la Etapa 1 era la de la aceptación mental y la Etapa 2 era la de la repetición mental de la idea, luego la Etapa 3 es la de la aceptación por la experiencia, la Etapa 4 es la repetición de experiencias con la idea. Nos damos cuenta de que si la idea demostró ser cierta en esta situación, entonces quizá podemos aplicarla a esa situación y a otra y otra. Una y otra vez tenemos que confirmar la idea en una experiencia tras otra.
Incluso en esta etapa no hemos llegado a la aceptación total de lo que el Curso está diciendo. Creo que eso es lo Helen Schucman quería decir en su afirmación mencionada frecuentemente de que ella sabía que el Curso era verdad, pero que ella no lo creía. Ella era muy consciente de que todavía tenía muchas dudas y estaba en el proceso de considerar las ideas seriamente cada vez más, pero todavía no había llegado a la aceptación total. Su afirmación nos parece un poco sorprendente y perturbadora porque Helen era más honesta que el resto de nosotros. Muy pocos han ido más allá de esta etapa.
Creencia Total: “finalmente se acepta como la verdad”
Esta etapa final es nuestro objetivo en este mundo, es el final de la jornada. Aquí la idea que empezó como una idea mental, ganó un lugar más importante en nuestra mente por medio de repeticiones frecuentes, empezó a aplicarse en la experiencia y poco a poco llegó a abarcar cada vez una mayor parte de nuestra vida, y finalmente se ha generalizado completamente. Ahora vemos que las ideas son completamente verdad, y las aplicamos a todo por igual. Ya no hay grados de dificultad en los milagros y no hay dudas ni excepciones. Como ya he dicho antes, pocos han llegado a esta etapa con unas pocas ideas del Curso.
Es como aprender un idioma extranjero. Al principio los sonidos del idioma parecen incomprensibles (¡probablemente todos hemos tenido esa experiencia con el Curso!). Eliges aprender un idioma. Te dedicas a repeticiones frecuentes. Empiezas a sentirte cómodo en unas pocas situaciones, poco a poco extiendes tu experiencia con el nuevo idioma cada vez a más aspectos de tu vida hasta que un día, si eres aplicado, lo que tomas, te toma. El idioma se vuelve el tuyo propio, se convierte en parte de ti y tú de él. Ahora parece venir fácilmente a ti, sin esfuerzo. Pero costó mucho esfuerzo llegar al estado de fluidez.
Aprender a tocar un instrumento musical pasa por las mismas etapas, luchar con las cuerdas de la guitarra, sentirse incómodo y poco natural, aprender un acorde tras otro, una canción tras otra, tocar las escalas, repetir las cosas una y otra vez. Luego, un día, descubres que ni siquiera tienes que pensar en ello, simplemente sucede. Lo que tomas, te toma.
Esta etapa es el objetivo final, el resultado final. Si esperas saltar a la etapa en que no tienes que hacer ningún esfuerzo, nunca llegarás allí. Con las ideas del Curso estamos en el proceso de aprendizaje, en algún punto de esas cuatro primeras etapas Ése es el propósito de que estemos en este mundo: aprender, sanar, cambiar nuestros pensamientos.
Ser un Alumno Feliz
El Curso nos aconseja: “Alégrate de que tu función sea curar” (T.13.VIII.7:1). Mientras estamos en el mundo, estamos sanando, aprendiendo, pasando por estas etapas con un aspecto de la verdad tras otro. Cuando se haya acabado el aprendizaje, ya no habrá necesidad de estar aquí, así que no deberíamos esperar más que este proceso de aprendizaje mientras estamos aquí. No tenemos que sentirnos culpables por no haber logrado todavía el objetivo.
En “El Alumno Feliz” y en la sección que sigue, Jesús nos ofrece algunos consejos sobre el proceso en el que nos encontramos:
Aprende a ser un alumno feliz.
“El alumno feliz no puede sentirse culpable por el hecho, de tener que aprender. Esto es tan fundamental para el aprendizaje que jamás debiera olvidarse” (T.14.III.1:1-2).
“Vivir aquí significa aprender” (T.14.III.3:2)
Y vivir aquí es aprender. Eso es todo lo que es vivir aquí: estar en el proceso de aprender y no sentirse culpable por ello. “Alégrate de que tu función sea curar” (T.13.VIII.7:1).
En otras palabras, para nosotros el propósito del mundo es ser una escuela. Lo que hacemos aquí es aprender. Para eso estamos aquí. Así que estate tranquilo, no te agobies por no haber aprendido todavía. Aprender te llevará a donde vas, así que alégrate por ello, sé feliz por estar en el proceso de aprender, y ten paciencia contigo mismo por no haberlo terminado.
Si te enfrentas a una verdad difícil de aceptar, y te das cuenta de que todavía estás en la primera etapa del cambio de pensamiento “la creencia en las palabras”, no te disgustes por no poder hacer que tu mente acepte toda la verdad de inmediato. Simplemente sigue con el proceso de aprendizaje. Repite la idea tan a menudo como te sea posible. Usa cada situación para aprenderla. Mantente en paz con la lentitud de tu progreso. Aprender es la razón por la que está aquí, y tienes todo el tiempo del mundo.

