LECCIÓN 302
Donde antes había tinieblas ahora contemplo la luz.
1. Padre, por fin estamos abriendo los ojos. Tu santo mundo nos espera, pues por fin hemos recobrado la visión y podemos ver. Pensábamos que estábamos sufriendo. Pero era que nos habíamos olvidado del Hijo que Tú creaste. Ahora vemos que las tinieblas son el producto de nuestra propia imaginación y que la luz está ahí para que la contemplemos. La visión de Cristo transforma las tinieblas en luz, pues el miedo no puede sino desaparecer ante la llegada del amor. Déjame perdonar hoy Tu santo mundo, para poder contemplar su santidad y entender que no es sino el reflejo de la mía.
2. Nuestro Amor nos espera conforme nos dirigimos a Él y, al mismo tiempo, marcha a nuestro lado mostrándonos el camino. No puede fracasar en nada. Él es el fin que perseguimos, así como los medios por los que llegamos a Él.
Audio texto Lección 302. Maya Lacuara
Material de apoyo por Jorge Pellicer Lecciones 301 a 300 Qué es el pecado?
Ayuda para las lección 302 de Robert Perry y Allen Watson
Donde antes había tinieblas ahora contemplo la luz.
Propósito:
Ver las instrucciones para la práctica en las instrucciones de la Segunda Parte del Libro de Ejercicios, o en la Tarjeta de Práctica de este libro.
Comentario
Es la invitación que se le hace a la Palabra de Dios para que ocupe el lugar de las ilusiones: la señal de que estás dispuesto a dejar que el perdón descanse sobre todas las cosas sin excepción y sin reservas. (1:3)
Continuación de la parte 1 de la lista de descripciones del Segundo Advenimiento:
La invitación que se le hace a la Palabra de Dios para que ocupe el lugar de las ilusiones
Ésta es la visión del Curso acerca del final del mundo y del tiempo. El mundo real viene antes que el Segundo Advenimiento. Nuestra percepción se purifica individual y colectivamente, para que veamos un reflejo del Cielo. Cuando todas las mentes estén de acuerdo con esta percepción, ése es el Segundo Advenimiento. Ésta “es parte de la condición que reinstaura lo que nunca se perdió” (1:2). La purificación de nuestra percepción y la unión de nuestras mentes en esa percepción, “es la invitación que se le hace a la Palabra de Dios para que ocupe el lugar de las ilusiones” (1:3). Nuestras percepciones equivocadas han sido corregidas, nuestras mentes se han unido en la cordura. Ahora está abierto el camino para que Dios dé Su último paso.
4. Estar dispuesto al perdón total
¿En qué consiste la percepción de unidad? En estar “dispuesto a dejar que el perdón descanse sobre todas las cosas sin excepción y sin reservas” (1:3). En otras palabras, estar dispuesto a no ver pecado, sino la perfecta creación de Dios por todas partes. Fíjate en que estas cuatro definiciones se refieren al deshacimiento de los errores que nuestra mente ha inventado, no al cambio externo. Si la mente ha sanado, por supuesto que cambiará el mundo, ya que sólo es el reflejo de nuestro estado mental.
El perdón del que aquí se habla es el estado final de la mente en el que hemos perdonado:
todas las cosas: cada persona, cada situación, Dios, nosotros mismos
sin excepción: nada ni nadie queda excluido
y sin reservas: de todo corazón, llenos de alegría, gozosamente
sin excepción: nada ni nadie queda excluido
y sin reservas: de todo corazón, llenos de alegría, gozosamente
El Segundo Advenimiento es el acontecimiento en el tiempo en el que el perdón es total. No queda condena ni juicio en ninguna mente.

