Hay otra manera de ver el mundo.

1. Lo que se intenta con la idea de hoy es que reconozcas que puedes cambiar tu percepción del mundo tanto en su aspecto externo como en el interno. Deben dedicarse cinco minutos com­pletos a la sesión de práctica de por la mañana, así como a la de por la noche. En estas sesiones debes repetir la idea tan a menudo como te resulte cómodo, aunque es esencial que las aplicaciones no sean apresuradas. Alterna tu examen entre tus percepciones externas e internas, de tal forma que el cambio de unas a otras no sea abrupto.

2. Mira simplemente de pasada al mundo que percibes como externo a ti. aLuego cierra los ojos y examina tus pensamientos internos de la misma manera. Trata de ser igualmente desape­gado con ambos, y de mantener ese desapego cuando repitas la idea en el transcurso del día.

3. Las sesiones de práctica más cortas se deben hacer tan frecuen­temente como sea posible. La idea de hoy debe aplicarse tam­bién de inmediato, de surgir cualquier situación que te tiente a sentirte perturbado. En estas aplicaciones, di:

Hay otra manera de ver esto.

4. Recuerda aplicar la idea de hoy en el momento en que notes cualquier molestia. Quizá sea necesario sentarte en silencio un minuto más o menos y repetir la idea para tus adentros varias veces. Cerrar los ojos probablemente te ayudará en este tipo de aplicación.
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Audio texto Lección 33, Maya Lacuara
Meditación de 5 minutos, por Maya Lacuara
Ayuda para la Lección 33, Dr. Kenneth Wapnick
“Viaje a través del Libro de Ejercicios Un Curso de Milagros”
Material de apoyo por Jorge Pellicer Lección 33
Ayuda para las lección 33: de  Robert Perry  y Allen Watson
“Hay otra manera de ver el mundo..”
Instrucciones para la práctica
Propósito: 
Enseñarte que tienes el poder de cambiar tu percepción tanto del mundo externo como del mundo interno, que son en realidad lo mismo.
Ejercicios más largos:
- 2 veces, por la mañana y por la noche, durante cinco minutos completos.
-  Mira de pasada alrededor de tu mundo externo, cierra los ojos y observa tu mundo interno. - -Mientras lo haces repite la idea sin prisa. Mira al mundo externo y al interno con la misma tranquilidad, sin involucrarte, con desapego, de modo que el cambio entre ellos sea suave.
Recordatorios frecuentes: Tan a menudo como puedas.
   Repite la idea. Intenta estar tan desapegado como durante los ejercicios más largos.
Respuesta a la tentación: Tan pronto como una situación te moleste.
   Cuando te sientas disgustado, aplica la idea concretamente, diciendo: “Hay otra manera de ver esto”. Haz esto inmediatamente, en lugar de esperar hasta que hayas intentado solucionar las cosas afuera. Si tus sentimientos no desaparecen, no abandones. Pasa un minuto o más repitiendo la frase una y otra vez, cerrando los ojos y concentrándote en las palabras que estás diciendo.
Comentario
Esta lección afirma el poder de nuestra mente de elegir el modo de ver el mundo. ¡Podemos cambiar nuestra percepción del mundo! (1:1). Ésa es una idea que no sólo nos da poder personalmente, sino que además nos da una comprensión que literalmente cambia el mundo.
Al empezar a observar nuestros pensamientos, nos asombrará el número de situaciones en las que la idea de “otro modo de contemplar” no se nos había ocurrido, hemos asumido que el modo en que vemos las cosas es tal como las cosas son realmente. Con algunas cosas, la idea de que podemos verlas de manera diferente, puede ser ofensiva realmente. Sin darnos cuenta podemos estar diciendo: “Mi mente ya lo tiene claro, no me confundas con hechos”.
Por eso es tan importante seguir las instrucciones para la práctica que se dan en las lecciones. El beneficio completo no llega sólo de los periodos más largos de cinco minutos, de la mañana y de la noche: “Las sesiones de práctica más cortas se deben hacer tan frecuentemente como sea posible” (3:1). Durante el día, cuanto más a menudo traigamos a nuestra consciencia esta idea, más conscientes nos volveremos de las clases de pensamientos que estamos evitando cambiar.
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EXTRACCION DEL TEXTO DEL LIBRO​​​​​​​
VII. No busques fuera de ti mismo 
1. No busques fuera de ti mismo. 
2 Pues será en vano y llorarás cada vez que un ídolo se desmorone. 
3 El Cielo no se puede encontrar donde no está ni es posible hallar paz en ningún otro lugar excepto en él. 
4 Cuando clamas a Dios, ninguno de los ídolos que veneras te contestará en Su lugar. 
5 Ninguna otra respuesta que puedas utilizar como substituto te proporcionará la felicidad que sólo Su Respuesta brinda.

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