Repaso Lección 41 - 45
41. Dios va conmigo dondequiera que yo voy.
¿Cómo puedo estar solo cuando Dios está siempre conmigo? ¿Cómo puedo dudar o sentirme inseguro cuando en Él mora la perfecta certeza? ¿Cómo puede haber algo que me pueda perturbar cuando Él mora en mí en paz absoluta? ¿Cómo puedo sufrir cuando el amor y la dicha me rodean por mediación Suya? No he de abrigar ninguna ilusión con respecto a mí mismo. Soy perfecto porque Dios va conmigo dondequiera que yo voy.
42. Dios es mi fortaleza. La visión es Su regalo.
Hoy no recurriré a mis propios ojos para ver. Quiero estar dispuesto a dejar de lado la lamentable ilusión de que puedo ver, e intercambiarla por la visión que Dios me da. La visión de Cristo es Su regalo y Él me lo ha dado. Hoy me valdré de este regalo de tal forma que este día me ayude a comprender la eternidad.
43. Dios es mi Fuente. No puedo ver separado de Él.
Puedo ver lo que Dios quiere que vea. No puedo ver nada más. Más allá de Su Voluntad sólo hay ilusiones. Son éstas las que elijo cuando pienso que puedo ver separado de Él. Son éstas las que elijo cuando trato de ver con los ojos del cuerpo. 8No obstante, se me ha dado la visión de Cristo para reemplazarlos. A través de esta visión es como elijo ver.
44. Dios es la luz en la que veo.
No puedo ver en la oscuridad. Dios es la única luz. Por lo tanto, si he de ver, tiene que ser por medio de Él. He tratado de definir lo que es ver y me he equivocado. Ahora se me concede poder entender que Dios es la luz en la que veo. Le daré la bienvenida a la visión y al mundo feliz que me mostrará.
45. Dios es la Mente con la que pienso.
No tengo pensamientos que no comparta con Dios. No tengo pensamientos aparte de los Suyos porque no tengo otra mente que la Suya. Puesto que soy parte de Su Mente mis pensamientos son Suyos, y Sus Pensamientos son míos.
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Audio texto Lección 59 Maya Lacuara
Ayuda para la Lección 59, Dr. Kenneth Wapnick
“Viaje a través del Libro de Ejercicios Un Curso de Milagros”
“Viaje a través del Libro de Ejercicios Un Curso de Milagros”
Meditación Leccion 59
Material de apoyo por Jorge Pellicer Lección 59
Ayuda para las lección 59 de Robert Perry y Allen Watson
“Repaso Lección 41 - 45”
Instrucciones para la práctica
Propósito: Repasar las lecciones y así dejar que se adentren en un nivel más profundo. También, ver la relación entre ellas y lo entrelazado que está el sistema de pensamiento al que se te está llevando.
Ejercicios:
- Tan a menudo como puedas (sugerencia: cada hora, a la hora en punto), durante al menos dos minutos.
- Solo y en un lugar tranquilo, lee una de las cinco lecciones y los comentarios relacionados. Fíjate en que los comentarios como si fueran tus propios pensamientos sobre la idea. Intenta imaginarte que son tus propias palabras. Te ayudará introducir tu nombre a menudo. Esto te preparará para la fase siguiente, en la que tú mismo produces pensamientos semejantes.
- Cierra los ojos y piensa en la idea y en los comentarios. Concretamente piensa en la idea central del párrafo del comentario. Reflexiona sobre ella. Deja que surjan pensamientos relacionados (utilizando el entrenamiento que has recibido en esa práctica). Si tu mente se distrae, repite la idea y luego vuelve a reflexionar sobre ella. Éste es el mismo ejercicio básico de la Lección 50, en el que activamente piensas sobre las ideas para dejar que se adentren más profundamente en tu mente.
- Tan a menudo como puedas (sugerencia: cada hora, a la hora en punto), durante al menos dos minutos.
- Solo y en un lugar tranquilo, lee una de las cinco lecciones y los comentarios relacionados. Fíjate en que los comentarios como si fueran tus propios pensamientos sobre la idea. Intenta imaginarte que son tus propias palabras. Te ayudará introducir tu nombre a menudo. Esto te preparará para la fase siguiente, en la que tú mismo produces pensamientos semejantes.
- Cierra los ojos y piensa en la idea y en los comentarios. Concretamente piensa en la idea central del párrafo del comentario. Reflexiona sobre ella. Deja que surjan pensamientos relacionados (utilizando el entrenamiento que has recibido en esa práctica). Si tu mente se distrae, repite la idea y luego vuelve a reflexionar sobre ella. Éste es el mismo ejercicio básico de la Lección 50, en el que activamente piensas sobre las ideas para dejar que se adentren más profundamente en tu mente.
Observaciones:
- Al comienzo y al final del día lee las cinco lecciones.
- A partir de entonces, haz una lección por sesión de práctica, el orden no importa.
- Haz cada lección por lo menos una vez.
- Cumplido eso, concéntrate en una lección determinada si es la que más te atrae.
- Al comienzo y al final del día lee las cinco lecciones.
- A partir de entonces, haz una lección por sesión de práctica, el orden no importa.
- Haz cada lección por lo menos una vez.
- Cumplido eso, concéntrate en una lección determinada si es la que más te atrae.
Comentario
Está claro que la mayor intensidad de estas cinco ideas está en Dios, cada pensamiento empieza con esta palabra. Dios está siempre conmigo. Él es mi fortaleza, mi Fuente, mi Luz, y la Mente con la que pienso. Como dice la Biblia: “Él no está lejos de cada uno de nosotros, pues en Él vivimos, y nos movemos y existimos (Hechos de los A.17:27-28). Cuando reconozco que el ambiente en el que existo, la energía misma que forma mi vida, es Dios, la paz viene a mi mente. ¿Cómo podría estar separado del Infinito? El Hijo de Dios “no se puede separar de lo que está en él” (T.13.XI.10:2), ni de Aquello en Lo que él está.
La siguiente cosa que me doy cuenta que se le da importancia es a mi manera de ver. “La visión de Cristo es Su regalo… Hoy me valdré de este regalo” (2:5-6). “Puedo ver lo que Dios quiere que vea. No puedo ver nada más” (3:3-4). “No puedo ver en la obscuridad. Dios es la única luz” (4:2-3). Cualquier aparente forma de ver separada de Dios no puede ser real. La Voluntad de Dios determina lo que puede verse, y Dios es la luz con la que veo. ¡Que me alegre de ver lo que Él me muestra, que yo vea tal como Él quiere que vea!
De principio a fin, la lección pone de relieve mi unidad con Dios. Si soy uno con Dios y con toda la creación, ¿cómo puedo ver diferente de Él? Por lo tanto, creer que puedo, es negar lo que soy y desear estar separado de Dios, capaz de ver lo que Él no ve. Compartir Su visión y Sus pensamientos es afirmar mi verdadero Ser, tal como Él me creó.

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Extracción del libro de textos
En ninguna otra parte es más evidente la arrogancia en la que se basan las leyes del caos que como sale a relucir aquí. He aquí el principio que pretende definir lo que debe ser el Creador de la Realidad; lo que debe pensar y lo que debe creer; y, creyéndolo, cómo debe responder. Ni siquiera se considera necesario preguntarle si eso que se ha decretado que son Sus creencias es verdad. Su Hijo le puede decir lo que ésta es, y la única alternativa que Le queda es aceptar la palabra de Su Hijo o estar equivocado. Esto conduce directamente a la tercera creencia descabellada que hace que el caos parezca ser eterno. Pues si Dios no puede estar equivocado, tiene entonces que aceptar la creencia que Su Hijo tiene de sí mismo y odiarlo por ello
