Lo que veo es una forma de venganza.

1.  La idea de hoy describe con gran precisión la manera en que todo aquel que alberga en su mente pensamientos de ataque no puede sino ver el mundo.  Habiendo proyectado su ira sobre el mundo, lo que ve es la venganza a punto de devolverle el golpe.  De esta manera, percibe su propio ataque como un acto en defensa propia.
Esto se convierte progresivamente en un círculo vicioso hasta que esté dispuesto a cambiar la manera como ve las cosas.  De lo contrario, los pensamientos de ataque y contraataque le consumirán y poblarán todo su mundo.  ¿De qué paz mental podría gozar en tales condiciones?
2 . De esta fantasía salvaje es de lo que te quieres escapar.  ¿No es maravilloso recibir las buenas nuevas de que no es real?  ¿No te alegra sobremanera descubrir que te puedes escapar de ella?  Tú has fabricado lo que deseas destruir; lo que odias y lo que quieres atacar y matar.  Nada de lo que temes existe.
3. Mira hoy al mundo que te rodea por lo menos cinco veces, durante no menos de un minuto cada vez.  A medida que tus ojos pasen lentamente de un objeto a otro, de un cuerpo a otro, di para tus adentros:

 Veo únicamente lo perecedero.
 No veo nada que vaya a perdurar.
 Lo que veo no es real.
 Lo que veo es una forma de venganza.

 Al final de cada sesión de práctica, pregúntate:

 ¿Es éste el mundo que realmente quiero ver?

 La respuesta será obvia.
Audio texto Lección 22, Maya Lacuara
Comentario Lección 22, Maya Lacuara
Ayuda para la Lección 22, Dr. Kenneth Wapnick
“Viaje a través del Libro de Ejercicios Un Curso de Milagros”
Material de apoyo por Jorge Pellicer Lección 22
Ayuda para las lección 22: de  Robert Perry  y Allen Watson
Lo que veo es una forma de venganza
Instrucciones para la práctica
Ejercicio:
5 veces (por lo menos), de un minuto (por lo menos).
Mira a tu alrededor. A medida que tus ojos pasen lentamente de un objeto a otro di: “Veo únicamente lo perecedero. No veo nada que vaya a perdurar. Lo que veo no es real. Lo que veo es una forma de venganza”.
Termina preguntándote a ti mismo: “¿Es éste el mundo que realmente quiero ver?”.
Observaciones: Las cuatro líneas que se nos pide que repitamos no parecen seguirse unas a otras con lógica, aunque parezca que eso es lo que pretenden. Basado en el párrafo 2, diría que se siguen unas a otras sólo que en orden inverso; significando que la conclusión viene primero y la base del argumente viene al final. Toda la lógica descansa en la idea (mencionada en el párrafo 1) de que vemos el mundo a través de ojos airados. Como resultado de ello, estamos convencidos de que el mundo debe querer vengarse de nosotros por las miradas asesinas que salieron de nuestros ojos. Este (inconsciente) convencimiento por nuestra parte nos hace vernos a nosotros mismos rodeados de un mundo sediento de vengarse contra nosotros. (Eso explica la cuarta línea.) Por lo tanto, el mundo vengativo que vemos es nuestra propia proyección. Existe sólo en nuestra imaginación. No es un mundo real. (Eso explica la tercera línea.) Y, puesto que no es real, no tiene las cualidades de la realidad, en este caso: la permanencia. (Eso explica la primera y la segunda líneas.) Para hacer esto más claro, voy a colocar las líneas originales y ni explicación una al lado de la otra:
Comentario
Ésta es una lección que no entendí las primeras veces que hice el Libro de Ejercicios. Y no estoy seguro de entenderla completamente ahora, pero tiene cierto sentido para mí, y hasta donde yo la entienda me gustaría compartir ese sentido contigo. Pero date cuenta de una cosa al leer la lección. Con lo que de verdad se te pide que practiques no es sólo con el pensamiento en el título de la lección, sino bastante más; terminando con la pregunta: “¿Es este el mundo que realmente quiero ver?” (3:8). Así que entender el pensamiento del título no es realmente el propósito de esta lección, más bien el propósito es ayudarnos a darnos cuenta de que no queremos realmente lo que estamos viendo.
Sin embargo, lo estamos viendo porque en alguna parte de nuestra mente, una parte que hemos escondido de la consciencia, queremos verlo. Siempre vemos lo que queremos ver. Estamos viendo lo que vemos porque queremos verlo.
   Ves lo que crees que está ahí, y crees que está ahí porque quieres que lo esté. La percepción no está regida por otra ley que ésa.   (T.25.III.1:3-4)
 Si estamos viendo lo que vemos porque queremos verlo, entonces si esta lección puede ayudarnos a aprender que realmente no lo queremos (que lo que de verdad queremos es otra cosa), nos ayudará a cambiar lo que vemos. Al cambiar nuestro deseo, lo que vemos cambia con ello.
Si albergamos pensamientos de ataque en nuestra mente, tenemos que ver un mundo perverso, un lugar peligroso. Es un mundo de sufrimiento, y “el dolor no es sino un testigo de los errores del Hijo con respecto a lo que él cree ser. Es un sueño de una encarnizada represalia por un crimen que no pudo haberse cometido” (L.190.2:3-4).Tal como dije ayer, estamos enfadados con nosotros mismos por lo que pensamos que hemos hecho, y como resultado estamos teniendo sueños de “venganza encarnizada” por nuestros crímenes. Como egos, estamos también furiosos con la realidad por no ser lo que queremos que sea, por no apoyar nuestro deseo de separación y de ser especiales. No podemos enfrentarnos a la furia contra nosotros mismos, y no podemos apoyar la culpa de nuestra furia demente contra la realidad, así que la proyectamos. “Habiendo proyectado su furia sobre el mundo, lo que ve es la venganza a punto de devolverle el golpe” (1:2).
La ira y el ataque que vemos en el mundo es sólo el reflejo de la intensidad de nuestra rabia interna, no podemos ver la rabia en nosotros precisamente porque la hemos negado y proyectado fuera. De esta manera, el mundo que veo me muestra lo que estoy pensando. “Lo que veo es una forma de venganza”porque la venganza es lo que llena mi mente, aunque yo no sea consciente de ella. El hecho de que vea venganza en el mundo es la prueba de que está en mi mente, porque ésa es la ley de la percepción.
   Y lo atacará, pues lo que contempla es su propio miedo proyectado fuera de sí mismo, listo para atacar, y pidiendo a gritos volver a unirse a él otra vez. No subestimes la intensidad de la furia que puede producir el miedo que ha sido proyectado. Chilla de rabia y da zarpazos en el aire deseando frenéticamente echarle la mano a su hacedor y devorarlo.           (L.161.8:2-4)
“De esta fantasía salvaje es de lo que te quieres escapar” (2:1). ¡Qué palabras tan sugerentes las que usa el Curso “fantasía salvaje”, “un sueño de encarnizada venganza”! Si el mundo tiene ese aspecto (y ciertamente lo tiene, al menos muy a menudo), ¿cuál es el estado de nuestra mente que está produciendo eso?
Realmente queremos liberarnos de esa fantasía salvaje. Ése es el propósito de la lección de hoy: ayudarnos a desear cambiar nuestra manera de ver. Nada de lo que estamos viendo existe, y si estamos deseosos de cambiar nuestra manera de ver, ya no lo veremos más.
La definición del Curso de real es eterno, duradero, que no cambia. Lo que no es duradero no es real, por definición. Por tanto, nada de esto es real, por definición. “No veo nada que vaya a perdurar” (3:4). Por lo tanto, no es real, por definición. Si no es real, ¿qué es? “Una forma de venganza” (3:4). Ken Wapnick dijo una vez que el mundo es culpa cristalizada. Esta lección dice que el mundo es pensamientos de culpa cristalizados, venganza solidificada transformada en un mundo de ataque y contraataque.
   ¿Es éste el mundo que realmente quiero ver?”. La respuesta será obvia.  (3:8-9)
Esta lección está actuando en el nivel de la motivación. No nos dice “cómo” ver algo de manera diferente. Sabe que si puede lograr que queramos algo diferente, la batalla está ganada porque lo que queremos, lo vemos. Así que, si esta lección te deja con el pensamiento: “¡Dios! No, no quiero ya más ver el mundo de esta manera, pero ¿qué puedo hacer?”, entonces la lección ha tenido éxito. La pregunta será contestada al avanzar las lecciones.
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EXTRACCION DEL TEXTO DEL LIBRO
Capítulo 1
EL SIGNIFICADO DE LOS MILAGROS
 I. Principios de los milagros 
11. La oración es el vehículo de los milagros. Es el medio de comunicación entre lo creado y el Creador. Por medio de la oración se recibe amor y por medio de los milagros se expresa amor.
Donde esta Dios?Miré en las cruces de cada iglesia, pero Él no estaba allí.
Peregriné a los templos de la India y a los santuarios de la China, pero Él no estaba allí.
Busqué en los montes de Herat y Candalar,pero Él no estaba allí....
Escalé la lejana cumbre del Qaf y solo hallé el nido del Fénix vacío.....
Visité la Cava,pero Él no estaba en este turístico lugarentre jóvenes y viejos peregrinos.
Leí los libros de Avicena,pero su sabiduría eludió toda palabra.
Llegué a lo más alto del trono,a dos codos de distancia,pero Él no estaba allí.
Entonces miré en mi propio corazón y allí lo encontré:No estaba en ningún otro lugar.
RUMI


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