Puedo escaparme del mundo que veo renunciando a los pensamientos de ataque.
1. . La idea de hoy describe la única manera de escapar del miedo que siempre tendrá éxito. Nada más puede lograrlo; nada más tiene sentido. Pero esta manera de escapar no puede fallar. Cada pensamiento que albergas da lugar a algún segmento del mundo que ves. Es con tus pensamientos, pues, con los que tenemos que trabajar, si es que tu percepción del mundo ha de cambiar.
2 . Si la causa del mundo que ves son los pensamientos de ataque, debes aprender que ésos son los pensamientos que no deseas. De nada sirve lamentarse del mundo. De nada sirve tratar de cambiarlo. No se puede cambiar porque no es más que un efecto. Pero lo que sí puedes hacer es cambiar tus pensamientos acerca de él. En ese caso estarás cambiando la causa. El efecto cambiará automáticamente.
3 . El mundo que ves es un mundo vengativo, y todo en él es un símbolo de venganza. Cada una de las percepciones que tienes de la “realidad externa” no es más que una representación gráfica de tus propiospensamientos de ataque. Uno podría muy bien preguntarse si a esto se le puede llamar ver. ¿No es acaso “fantasía” una mejor palabra para referirse a ese proceso, y “alucinación” un término más apropiado para su resultado?
4. Ves el mundo que has fabricado, pero no te ves a ti mismo como el que fabrica las imágenes. No se te puede salvar del mundo, pero te puedes escapar de su causa. Éste es el significado de la salvación, pues, ¿dónde se encuentra el mundo que ves cuando su causa ha desaparecido? La visión ya tiene un substituto para todo lo que crees ver ahora. La hermosura puede iluminar tus imágenes y transformarlas de tal manera que las llegues a amar, aun cuando fueron forjadas del odio, pues ya no las estarás forjando solo.
5 . La idea de hoy introduce el pensamiento de que no estás atrapado en el mundo que ves porque su causa se puede cambiar. Este cambio requiere, en primer lugar, que se identifique la causa y luego que se abandone, de modo que pueda ser reemplazada. Los primeros dos pasos de este proceso requieren tu cooperación. El paso final, no. Tus imágenes ya han sido reemplazadas. Al dar los dos primeros pasos, comprobarás que esto es cierto.
6. Además de usar la idea de hoy a lo largo del día según lo dicte la necesidad, se requieren cinco sesiones de práctica para su aplicación. Según miras a tu alrededor, repite primero la idea para tus adentros lentamente; luego cierra los ojos y dedica alrededor de un minuto a buscar en tu mente el mayor número posible de pensamientos de ataque que se te ocurran. Conforme cada uno de ellos cruce tu mente, di:
Puedo escaparme del mundo que veo renunciando a los pensamientos de ataque acerca de
_____ .
Mantén presente cada pensamiento de ataque mientras repites esto, luego descártalo y pasa al siguiente.
7. Durante las sesiones de práctica, asegúrate de incluir tanto los pensamientos de ataque contra otros como los de ser atacado. Los efectos de ambos son exactamente lo mismo, puesto que ambos son exactamente lo mismo.
Aún no reconoces esto, y lo único que se te pide de momento es que durante las sesiones de práctica los trates de igual modo. Todavía nos encontramos en la etapa de identificar la causa del mundo que ves. Cuando finalmente aprendas que los pensamientos de atacar y los de ser atacado no son diferentes, estarás listo para abandonar dicha causa.
Audio texto Lección 23, Maya Lacuara
Comentario Lección 23, Maya Lacuara
Material de apoyo por Jorge Pellicer Lección 23
Ayuda para las lección 23: de Robert Perry y Allen Watson
“Puedo escaparme del mundo que veo renunciando a
los pensamientos de ataque”
los pensamientos de ataque”
Instrucciones para la práctica
Propósito: Aprender que “no estás atrapado en el mundo que ves, porque su causa se puede cambiar” (5:1)
Ejercicio: 5 veces, de un minuto de duración.
Repite la idea lentamente mientras miras a tu alrededor.
Luego cierra los ojos y busca en tu mente los pensamientos de ataque y los de ser atacado. Mantenlos en tu mente mientras dices: “Puedo escaparme del mundo que veo renunciando a los pensamientos de ataque acerca de ____”.
Repite la idea lentamente mientras miras a tu alrededor.
Luego cierra los ojos y busca en tu mente los pensamientos de ataque y los de ser atacado. Mantenlos en tu mente mientras dices: “Puedo escaparme del mundo que veo renunciando a los pensamientos de ataque acerca de ____”.
Observaciones: Es importante incluir los pensamientos de ataque que proceden de ti y los pensamientos de ataque hacia ti. La lección dice que son dos formas diferentes del mismo pensamiento. De hecho, si los examinas de cerca, te darás cuenta de que cada pensamiento de ataque contiene los dos aspectos. Cuando estás enfadado con alguien, siempre está el elemento “Él me hizo daño de algún modo (lo que significa: de algún modo me atacó) y por eso estoy enfadado”. Y siempre que veas que alguien te ataca, siempre hay ira, desagrado, o frustración dirigida contra él. Por lo tanto, todo es lo mismo, y todo es ataque. Verlo nos puede motivar a abandonarlo.
Respuesta a la tentación: Siempre que notes que estás teniendo pensamientos de ataque.
Repite la idea como un modo de expulsar esos pensamientos. Puedes hacerla más concreta usando la misma forma de arriba: “Puedo escaparme del mundo que veo renunciando a los pensamientos de ataque acerca de____”.
Repite la idea como un modo de expulsar esos pensamientos. Puedes hacerla más concreta usando la misma forma de arriba: “Puedo escaparme del mundo que veo renunciando a los pensamientos de ataque acerca de____”.
Comentario
Éste es un ejemplo que resume el mensaje del Curso para nosotros. No nos escapamos del mundo de conflicto tratando de controlarlo, manipularlo, arreglarlo o intentando hacerlo mejor. Nos escapamos mediante una acción de la mente: abandonando nuestros propios pensamientos de ataque. El mundo que veo es el efecto de los pensamientos de ataque que hay en mi mente, y por lo tanto puedo “escaparme” de él cambiando los pensamientos en mi mente. Ésta es “la única manera de poder escapar del miedo que tendrá éxito. Nada más puede lograrlo, nada más tiene sentido” (1:1-2).
“Es con tus pensamientos, pues, con los que tenemos que trabajar” (1:5).
El Texto lo dice así:
Tienes que cambiar de mentalidad, no de comportamiento, y eso es cuestión de que estés dispuesto a hacerlo. No necesitas orientación alguna excepto a nivel mental. La corrección debe llevarse a cabo únicamente en el nivel en que es posible el cambio. El cambio no tiene ningún sentido en el nivel de los síntomas donde no puede producir resultados. (T.2.VI.3:4-7)
El mundo es el nivel de los síntomas, la mente es el nivel de la causa.
Es muy difícil para muchos aceptar esta frase del Curso: “De nada sirve intentar cambiar el mundo” (2:3). Tan pronto como leo esto, me doy cuenta de que sigo intentando ir contra esto. Me veo a mí mismo intentando cambiar algún factor externo, algo que hay a mi alrededor, pensando que de alguna manera tal cambio mejorará las cosas. Todo lo que esto hace es aliviar algunos síntomas, tal como tomar una pastilla para la tos cuando tengo catarro. No cura nada. O, como Marianne Williamson dijo: “es como intentar solucionar los problemas del Titanic cambiando de lugar las tumbonas de cubierta”. Lo que funciona es cambiar mis pensamientos sobre el mundo, porque mis pensamientos de ataque son la causa del mundo que veo.
“Ves el mundo que has fabricado, pero no te ves a ti mismo como el que fabrica las imágenes” (4:1). No reconocemos el poder de nuestra mente, utilizamos las mismas imágenes fabricadas por la mente para ocultar el poder de la mente. Nos negamos a que nos etiqueten como el fabricante de imágenes. Queremos que la culpa sea de algún otro, incluso culpa de Dios.
La visión ya tiene un substituto para todo lo que crees ver ahora. La hermosura puede iluminar tus imágenes y transformarlas de tal manera que las llegues a amar, aun cuando fueron forjadas del odio, pues ya no las estarás forjando solo. (4:4-6)
Cualquier cosa hecha con nuestro odio, ataque o rabia puede transformarse si nos unimos al Espíritu Santo para dejar que Su luz nos ilumine. Cualquier relación especial, ya parezca odiosa o amorosa, puede llegar a ser una fuente de bendiciones para el mundo. Cada acto de venganza puede transformarse en salvación. Esto es lo que el milagro hace. “El más santo de los lugares de la tierra es aquel donde un viejo odio se ha convertido en un amor presente” (T.26.IX.6:1).
No estamos atrapados en el mundo “porque su causa se puede cambiar” (5:1). Luego sigue un breve resumen maravilloso del proceso de cambiar nuestra mente, que Ken Wapnick ha calificado como los 3 pasos del perdón. Se encuentra en una sola frase: “Este cambio requiere, en primer lugar, que se identifique la causa y luego que se abandone, de modo que pueda ser reemplazada” (5:2).
1.- “Este cambio requiere, en primer lugar, que identifiquemos la causa…” Tenemos que reconocer a la mente como la causa”. Tenemos que darnos cuenta de que estamos “haciendo” al ego en cada instante dentro de nuestra propia mente, por medio de nuestros pensamientos. Tenemos que darnos cuenta de que somos responsables de lo que vemos.
2.- “... y luego que se abandone…” Habiendo reconocido a la mente como la causa, tenemos que elegir cambiar nuestra mente (nuestros pensamientos) acerca del mundo. Tenemos que darnos cuenta de que los pensamientos que estamos pensando no son los pensamientos que queremos porque, como decía la lección de ayer, nos hemos cuenta de que éste no es el mundo que queremos ver. Aquí no se dice nada de que aparezcan nuevos pensamientos, simplemente dice que abandonemos los viejos. Todo lo que se necesita es desear el cambio, el reconocimiento de que “yo ya no quiero esto más”.
3.- “… de modo que pueda ser reemplazada”. El tercer paso es la substitución de los pensamientos de ataque por pensamientos santos, pensamientos de amor y paz. Las siguientes frases son importantísimas aquí: “Los primeros dos pasos de este proceso requieren tu cooperación. El paso final, no” (5:3-4). ¡El paso de la substitución no es nuestro trabajo! Nosotros colaboramos en identificar la causa, descubrir al ego en nuestra mente (paso 1) y colaboramos en abandonar esos pensamientos del ego (paso 2), pero su substitución por los Pensamientos de Dios (paso 3) no es nuestro trabajo. Eso simplemente sucede.
Cuando sucede algo que me disgusta, esto es todo lo que necesito recordar:
1) La causa no está fuera sino en mis propios pensamientos.
2) No quiero estos pensamientos.
1) La causa no está fuera sino en mis propios pensamientos.
2) No quiero estos pensamientos.
El Paso 3 se encarga de sí mismo, pues si yo doy los dos primeros pasos, veré que mis falsas imágenes han sido reemplazadas. Los pensamientos reales ya están en mi mente, pero están ocultados por los pensamientos falsos del ego. Elimina lo falso, y verás cómo lo verdadero ya está ahí.
Dentro de las instrucciones de la práctica hay otra idea que merece destacarse:
Asegúrate de incluir tanto los pensamientos de ataque contra otros como los de ser atacado. Los efectos de ambos son exactamente lo mismo, puesto que ambos son exactamente lo mismo. (7:1-2)
Un pensamiento de ataque no es sólo un pensamiento de ira o resentimiento que tengo hacia otro, es también un pensamiento de ser atacado por otro. Si todo lo que veo es un reflejo de mis pensamientos, entonces lo que parece ser ataque dirigido contra mí desde fuera es realmente mi propio pensamiento de ataque rebotando contra mí.
Por lo tanto, los miedos de cualquier clase son pensamientos de ataque. La inquietud cuando un coche patrulla me pasa, es un pensamiento de ataque. La preocupación por la competencia en el trabajo o en una relación, es un pensamiento de ataque. Alegrarse cuando un terrorista cae víctima de una explosión, es un pensamiento de ataque. ¡Vigila tu mente en los mundiales de fútbol!
Tenemos mucho que abandonar. El resultado bien lo merece.
_________________________________________
EXTRACCION DEL TEXTO DEL LIBRO
Capítulo 1
EL SIGNIFICADO DE LOS MILAGROS
I. Principios de los milagros
12. Los milagros son pensamientos. Los pensamientos pueden representar el nivel inferior o corporal de experiencia; o el nivel superior o espiritual de experiencia. Uno de ellos da lugar a lo físico, el otro crea lo espiritual..

Ayer era inteligente y quería cambiar el mundo. Hoy soy sabio y quiero cambiarme a mí mismo..
RUMI
