Estoy decidido a ver.
1. Hemos tenido hasta ahora una actitud bastante relajada con respecto a nuestras sesiones de práctica. Apenas hemos tratado de dirigir el momento en que debes llevarlas a cabo; el esfuerzo requerido por tu parte ha sido mínimo, y ni siquiera se te ha pedido que cooperes o que te intereses activamente en ellas. Este enfoque ha sido intencional, y ha sido planeado muy cuidadosamente. No hemos perdido de vista lo importante que es invertir completamente tu manera de pensar. La salvación del mundo depende de ello. Mas no podrás ver si te sientes coaccionado o si te abandonas al resentimiento y a la oposición.
2. Ésta es la primera vez que intentamos establecer cierta estructura. No interpretes esto erróneamente como un intento de querer ejercer presión o fuerza. Deseas la salvación. Deseas ser feliz. Deseas la paz. No lo has logrado todavía porque tu mente no tiene ninguna disciplina, y no puedes distinguir entre la dicha y el pesar, el placer y el dolor, o el amor y el miedo. Ahora estás aprendiendo a diferenciar unos de otros. Y grande en verdad será tu recompensa cuando lo logres.
3. Tu decisión de querer ver es todo lo que requiere la visión. Lo que quieres se te concede. No cometas el error de creer que el pequeño esfuerzo que se te pide es una indicación de que nuestro objetivo es de poco valor.
¿Cómo iba a ser la salvación del mundo un propósito trivial? ¿Y cómo podría salvarse el mundo si no te salvas tú? Dios tiene un solo Hijo, y él es la resurrección y la vida. Su voluntad se hace porque se le ha dado pleno poder en el Cielo y en la tierra. Con tu decisión de querer ver, se te da la visión.
4. Los ejercicios de hoy consisten en que te recuerdes a ti mismo a lo largo del día que quieres ver. La idea de hoy implica tácitamente también el reconocimiento de que ahora no ves. Por lo tanto, cada vez que repites la idea, estás afirmando que estás decidido a cambiar tu estado actual por uno mejor, por uno que realmente deseas.
5. Repite la idea de hoy lentamente y a conciencia por lo menos dos veces por hora, y trata de hacerlo cada media hora. No te desanimes si se te olvida hacerlo, pero esfuérzate al máximo por acordarte. Las repeticiones adicionales deben aplicarse a cualquier situación, persona o acontecimiento que te perturbe. Puedes verlos de otra manera, y los verás. Verás lo que desees ver. Ésta es la verdadera ley de causa y efecto tal como opera en el mundo.
Audio texto Lección 20, Maya Lacuara
Ayuda para la Lección 20, Dr. Kenneth Wapnick
“Viaje a través del Libro de Ejercicios Un Curso de Milagros”
“Viaje a través del Libro de Ejercicios Un Curso de Milagros”
Material de apoyo por Jorge Pellicer Lección 20
Ayuda para las lección 20: de Robert Perry y Allen Watson
Estoy decidido a ver.
Instrucciones para la práctica
Propósito:
Estar decidido a ver y así recibir la visión.
Ejercicio: 2 por hora (preferentemente cada media hora).
Repite la idea. “Cómo” la repites, marca la diferencia. La lección te pide que la hagas “lentamente y de manera positiva” (5:1), recuerda que estás decidido a cambiar tu estado actual por uno que verdaderamente quieres. (De hecho, puede que quieras intentar ahora decirla de este modo, y ver si notas la diferencia).
Si en algún momento te das cuenta de que te has olvidado practicar, “no te desanimes… pero esfuérzate al máximo por recordarlo” (5:2) de ahora en adelante.
Repite la idea. “Cómo” la repites, marca la diferencia. La lección te pide que la hagas “lentamente y de manera positiva” (5:1), recuerda que estás decidido a cambiar tu estado actual por uno que verdaderamente quieres. (De hecho, puede que quieras intentar ahora decirla de este modo, y ver si notas la diferencia).
Si en algún momento te das cuenta de que te has olvidado practicar, “no te desanimes… pero esfuérzate al máximo por recordarlo” (5:2) de ahora en adelante.
Observaciones: Esta lección marca un gran cambio en el Libro de Ejercicios. Si el Libro de Ejercicios ha parecido fácil hasta ahora, era intencionado. Sin embargo, no puede mantenerse así de fácil y lograr su meta: la total transformación de tu manera de pensar. Así que, a partir de ahora, te dará una estructura mayor con la que practicar. Esto incluirá prácticas más frecuentes, tiempos establecidos en los que practicar, y prácticas más largas.
La lección de hoy incluye las dos primeras de tales prácticas. La manera de responder a esta estructura es fundamental. Si la ves como una imposición, como que es una fuerza exterior la que te la impone, te rebelarás contra ella, activa o pasivamente. En lugar de ello, intenta verlo como la expresión de tu verdadera voluntad. Quieres todas las cosas que el Curso te ofrece. Y sólo las conseguirás teniendo una mente entrenada (disciplinada), que sólo conseguirás siguiendo la práctica como lo indican las instrucciones. Por lo tanto, hacer la práctica hoy es tu propio deseo verdadero.
Respuesta a la tentación: Siempre que te sientas disgustado con una persona, situación o acontecimiento durante el día.
Repite la idea como remedio para esa emoción. Puedes aplicarla a la situación concreta: “Estoy decidido a ver esta situación”. Si de verdad quieres ver la situación de manera diferente, la verás.
Comentario
Repite la idea como remedio para esa emoción. Puedes aplicarla a la situación concreta: “Estoy decidido a ver esta situación”. Si de verdad quieres ver la situación de manera diferente, la verás.
Comentario
La lección de hoy no pide realmente mucho de nosotros: cada media hora acuérdate de repetir las palabras: “Estoy decidido a ver”. Si estamos estudiando el Curso, esto es algo que probablemente queremos de verdad.
Deseas la salvación. Deseas ser feliz. Deseas la paz. (2:3-5)
Sin embargo, si verdaderamente lo queremos, ¿por qué nos oponemos y desafiamos a las instrucciones? (ver 1:6)
Porque por primera vez desde el comienzo del Curso “ésta es la primera vez que intentamos establecer cierta estructura” (2:1) y no será la última. Nuestras mentes sin disciplinar tienen una oposición calculada a la estructura. ¿Y qué importa si es bueno para nosotros? ¿De verdad lo queremos? Si alguien nos dice que lo hagamos de determinada manera, en determinados momentos, nos rebelamos. Vamos muy despacio (arrastrando los pies). No nos gusta que nos diga qué hacer o cómo hacerlo. Nuestra mente “no tiene ninguna disciplina” (2:6) y quiere mantenerse tal como está para proteger los derechos cedidos al ego.
La práctica que se nos pide es muy, muy sencilla. Así que inténtalo. Probablemente te sorprenderás de lo a menudo que te olvidas, de cómo el pensamiento de hacerla puede aparecer rápidamente en tu mente y la retrasas porque no es el momento oportuno, o porque “realmente no es importante” y luego te olvidas por completo. Por eso el Libro de Ejercicios se acerca a la idea de estructura con mucho cuidado, sabe que habrá oposición y está intentando hacernos comprender lo importante que es esta práctica engañosamente sencilla. Por eso, nos advierte “No te desanimes si te olvida hacerlo, pero esfuérzate al máximo por acordarte” (5:2).
“Tu decisión de ver es todo lo que requiere la visión” (3:1). Si de verdad pudiéramos captar esta lección, en otras palabras, decirla de corazón, el trabajo estaría hecho. La visión sería nuestra. “Con tu decisión de querer ver, se te da la visión” (3:8). Ésta no es una lección sin importancia, es el núcleo de toda la enseñanza del Curso. Así que, ¡pongamos nuestro corazón en ello hoy! Hagámoslo gozosamente, incluso de una manera sagrada cada media hora. Repitamos la idea “lentamente y de todo corazón” (5:1). “Hagamos un verdadero esfuerzo para recordarlo” (5:2). Apliquémosla a “cualquier situación, persona o acontecimiento que te perturbe” (5:3).
Puedes verlos de manera diferente, y los verás. Lo que desees, lo verás. Ésta es la verdadera ley de causa y efecto, tal como opera en el mundo
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EXTRACCION DEL TEXTO DEL LIBRO
Capítulo 1
EL SIGNIFICADO DE LOS MILAGROS
I. Principios de los milagros
9. Los milagros son una especie de intercambio. Como toda expresión de amor, que en el auténtico sentido de la palabra es siempre milagrosa, dicho intercambio invierte las leyes físicas. Brindan más amor tanto al que da como al que recibe

La verdad es un gran espejo que cayó del cielo. Se rompió en mil pedazos. Cada uno tiene un pedazo y cree tener la verdad.
RUMI
